domingo, 5 de agosto de 2012

Ventajas y desventajas de los alimentos trangénicos

Ventajas:
   Aunque parezca obvio, debe decirse  que su ventaja fundamental es que tienen la propiedad (resistencia a insectos o a herbicidas, por ejemplo) que se buscaba con su obtención. Ahora bien, estas ventajas no resultan casi nunca evidentes para los consumidores, ya que las repercusiones económicas, como costos de producción menores, mayor facilidad de cultivo o necesidad de menores subvenciones agrarias no se han trasladado por el momento hacia ellos en forma de nuevos productos, precios menores, etc. Además, dado que los cultivos más importantes (maíz, soja) no se comercializan directamente, sino que son materias
primas para otras industrias o se utilizan en alimentación animal, es razonable pensar que este traslado de beneficios nunca se va a producir. Las ventajas medioambientales por menor uso de insecticidas son también relativamente pequeñas, y tampoco los consumidores las aprecian directamente.
 Consecuentemente, puesto que los consumidores no ven ventajas personales, no pueden hacer un balance riesgo/beneficio proporcionado, y no aceptan asumirlos para un beneficio (personal) aparentemente nulo. 

Desventajas: 
Los riesgos son más numerosos que los beneficios o al menos son la razón principal por la que los alimentos transgénicos suelen estar en boca de la sociedad. Existe, sobre todo, cierta preocupación en cuanto a la salud alimentaria, aunque también suponen riesgo para el medio ambiente o la economía.
Los alimentos transgénicos pueden llevar a la regeneración de nuevos agente que produzcan alergias o intolerancias alimentarias en personas susceptibles así como una posible resistencia a antibióticos útiles para la salud humana.
Por otra parte, desde el punto de vista biológico, la resistencia que se ha logrado de los alimentos transgénicos hace que se utilicen herbicidas mucho más potentes lo que conlleva a una mayor contaminación del suelo y la tierra. Además estos pueden filtrarse y llegar a las aguas subterráneas. La resistencia también se hace cada vez más palpable en insectos y malas hierbas que han evolucionado en relación al uso de transgénicos, lo que puede acarrear otro problema de biodiversidad.
En cuanto a problemas económicos, en la actualidad empresas como Monsanto – que posee más del 90% de las patentes de semillas transgénicas- trabajan en el desarrollo de semillas estériles, de manera que éstas solo se puedan plantar una vez. Esto desemboca en la economía de los agricultores, que antes que pensar que puede beneficiarlos económicamente, se están viendo obligados a pagar cada año una gran cantidad de dinero por plantar las semillas. Además una semilla de Monsanto está preparada para crecer únicamente con los productos que comercializa la misma multinacional, de manera que el agricultor tenga que invertir también en éstos para plantar sus semillas



No hay comentarios:

Publicar un comentario